27 de febrero de 2011

Enfermedades caninas Víricas ROTAVIRUS CANINO

Enfermedades Víricas
ROTAVIRUS CANINO
     Los rotavirus pertenecen a la familia Reoviridae. Una característica importante de esta familia es que el genoma se divide en 10 a 11 piezas separadas de ARN de cadena doble, por lo tanto, una recombinación puede ocurrir si un célula se infecta por virus diferentes. Los viriones también se distinguen por su cápside única, doble; son virus desnudos y resisten ácidos y solventes lipídicos. La cápside doble parece ser una adaptación para proteger al virus de la inactivación en el tracto gastrointestinal. En realidad los intentos de cultivo in vitro no tuvieron éxito hasta que se descubrió que la digestión por enzimas proteolíticas de la cápside externa es prerrequisito para la infectividad de la mayoría de las cepas. Se ha aislado un solo rotavirus canino, pero los datos sugieren que causa pocas veces la enfermedad en los perros.


    Los rotavirus se trasmiten por contaminación fecal oral. Están bien adaptados al ambiente externo del huésped y para pasar a su tracto gastrointestinal.
    Las investigaciones sexológicas revelan que la mayoría de los perros adultos se infectan con rotavirus canino. Estas investigaciones en esencia miden la sobrevivencia y se ha visto que la enfermedad causa pocos casos fatales. Por otra parte, quizás el rotavirus canino exista en todo el mundo.
PATOGENIA
    Los rotavirus infectan la mayoría de las células epiteliales maduras de las vellosidades intestinales. Las células epiteliales se edematizan, degeneran y descaman en el lumen intestinal, donde liberan grandes cantidades de viriones que llegan a ser fuentes de infección para otros segmentos intestinales y otros animales. Las vellosidades intestinales desnudas se contraen y atrofian. La necrosis de células infectadas con rotavirus es más pronunciada a las 18 a 48 horas después de la infección oral, estas células se reemplazan con rapidez por epitelio inmaduro de la cripta.
    Los signos clínicos se generan principalmente por la pérdida de disacaridasas y otras enzimas del borde, con lo que surge una diarrea osmótica.
SIGNOS CLINICOS
    El rotavirus afecta exclusivamente a cachorros de menos de 12 semanas y más a menudo en animales de menos de 2 semanas de edad. En forma experimental no ha sido posible reproducirla en animales mayores de 6 meses de edad. Los estudios realizados por Johnson et al (1983), en cachorros gnotobióticos de dos días de edad, han demostrado la presentación de diarreas graves y deshidratación, pero no se detectan cambios hematológicos. La mayoría de las infecciones naturales son subclínicas o se limitan a diarreas bastante benignas, no específicas, anorexia y letargo.
DIAGNOSTICO
    La mayor parte de los rotavirus patógenos comparte un grupo de antígenos que se detecta por varios métodos, incluso por un ELISA comercial. Los rotavirus también se identifican en muestras fecales por microscopía electrónica, aunque se debe tener cuidado para diferenciarlos de reovirus no patógenos, que en ocasiones se encuentran en heces de perros normales. Aunque es posible utilizar pruebas de seroconversión, éstas prácticamente no son utilizadas.
LESIONES
    Los cambios patológicos se limitan al intestino delgado y consisten en la apariencia roma, de ligera a moderada, de las vellosidades. En casos naturales, los cambios se ocultan debido a autólisis. El virus se detecta en cortes congelados por técnicas de anticuerpos fluorescentes.
    Las inoculaciones experimentales han demostrado que las lesiones se circunscriben especialmente a yeyuno e ileon. La naturaleza de las lesiones varía según el tiempo de inoculación. En los perros sacrificados se observó atrofia de las vellosidades, profundización de las criptas intestinales y un aumento leve de células mononucleares de la lámina propia.
PREVENCION
   La duración y naturaleza de la inmunidad a rotavirus se desconoce. La fuente principal de protección para cachorros constituye la leche de perras inmunes. Como la infección se confina al epitelio superficial intestinal, tal vez los anticuerpos secretores sean más importantes que la inmunidad humoral.
   No existen vacunas disponibles puesto que se considera como una enfermedad de baja presentación y poca gravedad.
   Los rotavirus no parecen ser específicos de especie; por ejemplo, el humano se propaga a los perros. De este modo, los cachorros con enteritis por rotavirus pueden constituir un riesgo potencial para los humanos, en particular para los niños. Por ello se debe manejar ocn cuidado la materia fecal de los perros con diarrea en general, aunque el riesgo de adquirir campilobacteriosis es la razón más importante para tomar precauciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario