5 de abril de 2011

Los perros en verano sufren la calor

Protege de la desihidratación al perro
 Los perros, igual como las personas, sufren los rigores de las épocas de más calurosas del año. Dado que ellos no transpiran, sino que eliminan el calor excesivo de su cuerpo jadeando, debemos estar atentos y no sobrecargar su actividad física durante los paseos.
Asimismo, es importante saber cómo aliviarles del malestar que les provoca el calor.
Algunas medidas sencillas y eficaces pasan por permitirles permanecer dentro de casa si tenemos instalación de aire acondicionado o ventiladores, mojar su zona de descanso regularmente, proporcionarles un refugio a la sombra y mantener a su disposición un recipiente con agua fresca y limpia.
También es recomendable retirar de su espacio habitual de descanso los restos de comida y posibles excrementos con frecuencia, ya que así mantendremos alejadas a las moscas.
Las necesidades energéticas de los perros descienden durante la primavera y el verano, por lo que no debemos preocuparnos si observamos que nuestra mascota come menos de lo habitual. En este sentido debemos evitar las comidas calientes así como elegir para la comida las horas más frescas, en las primeras de la mañana y al atardecer.
Una precaución más  fundamental es la de no dejar al perro dentro del coche en días calurosos y nunca al sol, aunque el estacionamiento se realice durante un corto espacio de tiempo, ya que el sobrecalentamiento del vehículo puede provocar en el organismo del perro una fuerte deshidratación e incluso un golpe de calor de consecuencias peligrosas.
Además, hay que  tener cuidado con el ejercicio en días calidos. Si estamos acostumbrados a correr, ir en bicicleta e incluso pasear con nuestro perro; en días calurosos, aunque no sea verano deberíamos cambiar de habito pues puede producir la muerte a nuestro perro. Si queremos hacerlo debería ser por la mañana temprano, vigilando que no se fatigue demasiado, parando de vez en cuando y suministrándole agua e incluso mojandole un poco la cabeza. Y al volver a casa vigilar su respiración hasta que esté calmado.
También puede ser útil utilizar gorras especiales para perros, que podremos mojar para conseguir un efecto refrescante mayor.
Los perros con especial atencion
Los perros obesos y con problemas cardiacos son especialmente sensibles al calor, sobre todo al calor interno generado, por lo que hay que prestar especial atención.
También en perros braquicéfalos (perros con nariz muy chata, como buldog ingles o francés, pugs o pequines), y perros con mucho pelo, al tener dificultades en la respiración los primeros y dificultades en perder calor otros, el riesgo es mucho mayor sobre todo por ejercicio en días calurosos.
Si en estas épocas observamos en el perro tiene  diarrea o vómitos, debemos acudir inmediatamente al veterinario.

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